Y es que hay domingos que son así de especiales. De repente, un WhatsApp o una llamada te puede cambiar el orden del fin de semana.
En este caso fue una invitación especial y en una compañía inmejorable.
Javi, mi cuñado, al que adoro, y lo sabe, quiso compartir con nosotros su día en Segovia y nosotros encantados hicimos que así fuese.
Disfruté muchísimo junto a mi hermana y mis princesas, mis sobrinas. Ellas, junto a mi mami, son las mujeres de mi vida. Por cierto, que este día no estuvo con nosotros, pero siempre tiene que tener un papel importante y qué menos que nombrarla.
Hizo un día bastante caluroso para recorrer esas cuestas y esas calles empedradas que caracterizan Segovia. ¡Iba que me derretía por momentos!
Obviamente visitamos los lugares obligatorios. Y obviamente con outfit Con-Esencia.
Pero sabéis qué fue lo mejor de todo, ¿adivináis? El restaurante Asador David Guijarro.
Un sitio que aparentemente no es de los que te sorprenden, bueno si, estaba en cuesta y las mesas de la terraza estaban entre escaleras de piedra. De esto que piensas, mochetazo asegurado.
Pero…
Os pongo en situación. Al estar en cuesta, las patas de las mesas y sillas estaban cortadas de manera que cuadraban perfectas con las escaleras jajaja, cosa que me hizo una gracia especial. Sí, sí, algo que quizás no entendéis ¡¡¡una mesa entre dos escalones!!!
Al salir de allí no tuvimos más remedio que bromear con el estado físico de aquellos camareros que no pararon de subir y bajar escaleras 😰😰😰.
En definitiva, no quería pasar por el blog esta semana sin decir que el restaurante Asador David Guijarro es recomendable 100% o más.
De verdad que no imaginé comer así, tener una atención de calificación diez y un precio muy razonable. Os dejo fotitos para que veáis qué platos tan preciosos y que cosa tan sencilla y fina disfrutamos.
¡Gracias cuñado!